Hombre trabaja desde casa

Cómo teletrabajar más eficientemente y ahorrar electricidad

Teletrabajar puede ser bastante cómodo y permitirte conciliar mejor, pero puede terminar poniendo tu vida patas arriba. Además, si no te organizas bien, el uso continuado del ordenador, lámparas, calefacción y demás aparatos puede suponer un consumo excesivo de electricidad.

Foto de Carlota Fernández

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Última actualización: 20.03.2020

A continuación te detallamos algunos consejos para que tu jornada laboral en casa sea lo más llevadera posible para ti y los tuyos, y para conseguir que tu factura de la luz no sufra demasiado.

1. Busca un lugar de la casa donde puedas trabajar sin distracciones

Te cundirá más y terminarás antes. Los tuyos te lo agradecerán. Además, esto te ayudará a separar tu oficina del resto del hogar y a dividir más fácilmente tu tiempo entre trabajo, ocio y descanso. Si utilizas el cuarto de estar como oficina, es posible que nunca dejes de consultar estos o aquellos informes ‘porque tienes el ordenador a la vista y parece que te está llamando’, con lo que tu jornada se hará interminable.

2. Mantén el orden en tu oficina en casa

Trabajarás más eficientemente desde casa si mantienes el orden en tu oficina. Organiza tu espacio de trabajo de manera que tengas fácil acceso a las herramientas o documentos que necesites durante el día.

Este principio también se aplica a tu espacio de trabajo virtual: organiza tus tareas y planifica la comunicación con tus compañeros con programas específicos. Asegúrate de que las notificaciones de los e-mails de trabajo solo entran durante las horas de trabajo, así como de que Facebook sólo está disponible por las tardes.

3. Ajusta tu tarifa de internet

Oficina en casa con mucha luz
Aprovecha la luz natural para ahorrar en electricidad y en calefacción.

Para trabajar desde casa necesitas una conexión a internet estable. Asegúrate de que tienes contratada la tarifa que más se ajusta a lo que tú necesitas, y prescinde de los extras que no te hacen falta para ajustar el precio lo más posible.

4. Aprovecha la luz natural

Si puedes, coloca tu oficina en un lugar de la casa en el que haya suficiente iluminación natural. Si empiezas a trabajar temprano, te asegurarás de que la luz que entra por la ventana sea suficiente para que puedas trabajar a gusto. Con esta medida, ahorrarás en electricidad y en calefacción, ya que podrás aprovechar la luz del sol para caldear tu zona de trabajo y evitarás tener que tener la lámpara encendida durante horas.

Además, si te organizas para trabajar por las mañanas, dejando las tardes libres para descansar, notarás que tienes más motivación y que trabajas más eficientemente desde casa.

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5. Presta atención a la temperatura de tu hogar

La temperatura de tu hogar afecta a tu capacidad de concentración, haciendo que seas más o menos eficiente cuando trabajas desde casa. Según algunos estudios, la temperatura óptima en la oficina debe estar entre 20 y 24 grados centígrados. Como te puedes imaginar, tener la casa a una temperatura demasiado alta puede causar somnolencia durante las horas de trabajo, haciendo que no te cunda mucho el tiempo delante del ordenador. Por otro lado, una temperatura demasiado baja también puede afectar a la productividad, especialmente en el caso de las mujeres.

Además, el uso continuado del aire acondicionado o la calefacción durante todo el día hará que tu factura de la luz se dispare. Te damos algunos trucos para un uso comedido de estos aparatos, que no sólo te ayudará a ahorrar en la factura sino que te permitirá trabajar de forma más eficiente desde casa.

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Aire acondicionado

En verano puedes trabajar con la ventana abierta durante las primeras horas de la mañana y encender el aire acondicionado solo en los momentos de más calor. La temperatura ideal para no consumir demasiado es de 22 grados, lo que también te proporcionará un ambiente adecuado para concentrarte en tu trabajo.

Calefacción

En invierno, calienta la casa por la mañana y cuando se haga de noche. No tiene mucho sentido tener la calefacción funcionando todo el día para poder estar en pantalones cortos en casa en invierno. Ponerte ropa cómoda pero abrigada te permitirá mantener el termostato entre los 20 y los 22 grados, y tu bolsillo te lo agradecerá.

Aprovecha las horas de sol para calentar la casa naturalmente. Si tienes la oficina en un lugar con luz natural y puedes cerrar la puerta de la habitación en la que te encuentres, hazlo para evitar que se vaya el calor. Además, así podrás aislarte del resto de tu hogar durante unas horas y concentrarte en tu trabajo.

6. No dejes el ordenador en ‘standby’ al finalizar la jornada

Por un lado, ahorrarás electricidad. Por otro, te ayudará a resistir la tentación de ponerte a trabajar fuera de las horas de trabajo. Es decir, si apagas el ordenador al terminar de trabajar, evitarás encenderlo para consultar ese artículo, informe o presentación que te acaban de enviar pero que puede esperar hasta el día siguiente. Esta disciplina te permitirá mantener tus horas de ocio o familia sin interrupciones.

7. Olvídate de que estás en casa

Si te cuesta concentrarte trabajando desde casa, mentalízate de que la oficina en casa también tiene sus cosas buenas. Márcate un horario y cúmplelo. Prepárate el café o el tentempié antes de empezar para que no tengas la tentación de levantarte cada cinco minutos y abrir la nevera. Además, evitar abrir la nevera y que se disipe el calor también te ayudará a ahorrar electricidad.

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Cuando te tomes un descanso, aprovecha para pasear, salir a la terraza o simplemente relajarte y descansar la vista de la pantalla del ordenador. Deja las tareas del hogar para cuando termine la jornada laboral. Es muy difícil concentrarse en lo que estás haciendo si estás pensando en poner la lavadora, tender la ropa, sacar los platos, etc. Parece que, al trabajar desde casa, puedes dejar hechas estas tareas durante tu horario de trabajo. Es cierto que poner la lavadora no requiere demasiada atención, pero tendrás que volver al rato para sacar la ropa y tenderla, o para poner la secadora y recoger la ropa, lo que te impedirá concentrarte y hará que tu productividad en casa baje significativamente.

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